Algunos consideran el Daffodil como el símbolo de consideración. Esta flor es un Narciso; sin embargo, no todos los Narcisos son Daffodils. El Mito Griego de Narcissus y Echo explican porqué esta flor tiene su forma lánguida. Narcissus estaba enamorado de Echo quién, al final no le correspondió su amor. El se escondión en una cueva para escapar su pena. A menudo, el salía de la cueva para mirar su reflejo en el lago. Por vanidad, el desea verse de más cerca y se inclinó más cerca a la orilla del lago, cayéndose. Después que se ahogó, un Narciso floreció en su lugar. La cabeza de la flor lánguida inclinándose para ver su reflexión en el agua del lago representa la vanidad de Narcissus.
Los Romanos trajeron el Daffodil, también conocido como Jonquil, a los Británicos porque se pensaba que la savia de la flor curaría heridas. Desafortunadamente, la savia del Daffodil hizo muy poco para curar heridas. En realidad, empeoró las heridas al irritarlas más. La savia contenía cristales afilados conocidos como calcio oxalate, el cuál protegía estas plantas para que los animales no se las comieran. Este calcio oxalate es también la razón de porqué los Daffodils no se mantienen bien en arreglos florales. Ellos hacen que otras flores en el arreglo se marchiten. Aunque estas flores no se usaron como flores para curar, las raíces del Daffodil probaron ser muy útiles durante los tiempos de hambruna en Grecia. Estas raíces eran comestibles (aunque los bulbos son tóxicos). Representada por una nariz grande en forma de trompeta rodeada de soleados pétalos amarillo brillantes, se dice que el Jonquil trae buena fortuna a aquellos que no los pisan. Como un símbolo duradero de renacimiento, los Daffodils son frecuentemente la primeras flores que florecen durante la Primavera.